martes, 4 de diciembre de 2012




La Nueva Hembra Alfa

Solamente un cazador reconoce a otro de su misma especie. Eso mismo fue lo que sentí al verle, sentado, soslayando la mirada, observando intimidado cómo alguien de ese otro género le recibía con los ojos del que caza en la noche alcoholizada.

En aquel momento supe que nunca le tendría. Jamás podría observar una puesta de sol en su piel. Una sonrisa de cómplice. De esas sonrisas en las que se puede leer todo el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que alguien posó en él su mirada. Dos cazadores nunca podrán cazarse. Siempre la díada debe estar compuesta por alguien de otra especie, y, esa especie es el animal paralizado, la presa.

Es complicado vivir en un mundo en el que las mujeres deben de ser presas cuando soy cazador. Pero no puedo ir en contra de mi naturaleza, no puedo permitir que nadie me caze. No es una cuestión de orgullo sostenido ni de reivindicación danzante…. No puedo, simplemente soy incapaz. Tal vez soy un nuevo concepto de mujer, una nueva raza o género que ha nacido en respuesta a una sociedad mutable. No soy un macho, ni una hembra, soy una nueva generación de mujer que decide maximizar los recursos de ambos encontrando la perfección en pro de la perpetuación de la especie. Una especie que evoluciona en sintonía con los avances de la nueva sociedad que muta al ritmo de las nuevas tecnologías. Soy solo, y únicamente… ¡la nueva hembra alfa!

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